En los últimos años, la avena ha ido ganando popularidad y actualmente se le considera como una de los mejores remedios naturales para diversos problemas: eccema, psoriasis, acné, irritaciones…
Si junto a la avena le añadimos miel, el remedio natural y ancestral por excelencia, ¿qué obtenemos? Pues una maravilla de jabón como este.
Perfumado con aceite esencial de ylang-ylang; que es un excelente relajante y calmante, este jabón es la mejor opción para tratar pieles secas y con problemas.
La avena es eficaz desde el acné (eliminando células muertas e impurezas) hasta problemas de irritaciones gracias a su gran acción calmante. Es sobre todo ideal para pieles sensibles y resecas. Rica e proteínas, mantiene intacta la estructura celular. Tiene un gran efecto limpiador que ayuda a hidratar y suavizar la piel, a la vez que reduce las inflamaciones.
La miel es calmante, cicatrizante, humectante y nutritiva. Además posee propiedades antibacterianas, lo que ayuda a reducir el acné. Al ser desinfectante, ayuda a restablecer el equilibrio de la piel ante la aparición de pequeñas heridas o infecciones. Al ser humectante, atrae y retiene la humedad en la piel, por lo que hace que esta se mantenga joven, suave, luminosa y llena de vitalidad.
Estos dos ingredientes juntos aportan luminosidad, ayudan a limpiar los poros y a activar la renovación celular.
Al llevar aceite de oliva como todos mis jabones, es un perfecto antioxidante de la piel, con lo que ayuda a reducir las arrugas. Pronto haré una entrada en la que hable de los beneficios de los aceites base en los jabones.